En el post relativo a cómo montar un gimnasio en un bloque de viviendas, planteo los riesgos potenciales de trabajar con peso libre en este tipo de edificios y ofrezco varios tips para minimizarlos.
Desde su publicación, han sido muchas las consultas que he recibido acerca del trabajo de peso muerto en condiciones poco favorables para ello (revestimientos endebles, problemas de vibraciones, estructuras antiguas...).
Con el fin de explorar soluciones adicionales a las que propongo en el citado artículo, he querido experimentar un tiempo con los Deadlift Deadeners de Gym Professor: un accesorio que se presenta como la solución para poder entrenar peso muerto sin generar "efectos secundarios".
¿Lo cumplen? Comprobémoslo.
¿Qué son los deadlift deadeners?
Los deadlift deadeners son losetas de caucho curvadas patentadas por el entrenador y divulgador inglés Matt Bembridge, más conocido como Gym Professor.
En concreto, el modelo que analizo son los Deadlift Deadeners 250 comercializados en España tanto por Corpomachine, como por Strength Shop Europe.
Según la descripción del propio Gym Professor, este accesorio se presenta como la solución para:
Estas virtudes son las que parecen haber llevado a Eddie Hall a incorporarlos en su entrenamiento:
Veamos sus características más a fondo.
Material y dimensiones
Como ya he apuntado, los deadlift deadeners son ni más ni menos que losetas de caucho granulado o EPDM.
Este material se caracteriza precisamente por su densidad y buen comportamiento ante el impacto de peso libre, tal y como vimos en la guía de los suelos de gimnasio.
En este sentido, este modelo no sería muy diferente a una loseta de caucho gruesa, si no fuera por el característico valle o curvatura que forman las losetas ante la presión de los discos.
Como puedes apreciar en las imágenes, el grosor de la loseta varía desde los casi 3 cm del punto intermedio hasta los 7 cm de los costados.
Esta asimetría es precisamente la que le permite recepcionar al disco con una superficie mayor de lo que lo hace una loseta convencional.
En cuanto al resto de dimensiones, el modelo 250 presenta unas dimensiones globales de 500 x 250 x 100 mm y un peso de 5kg por unidad, mientras que su hermano mayor (el modelo 500 edición strongman) presenta unas medidas de 500 x 500 x 100 mm y un peso de 10kg por unidad.
Es en este punto donde encontramos el primer punto controvertido del producto: la longitud efectiva del producto.
Veámoslo en el siguiente apartado.
Longitud ajustada: ¿un pro o una contra?
Como acabamos de ver, la longitud total del producto alcanza los 50 cm. Sin embargo, la longitud efectiva se reduce hasta aproximadamente los 34 cm.
Esta es la superficie efectiva en la que tendremos que apoyar nuestros discos.
¿Cuál es el problema? Que no es extraño que alguno de los discos acaben impactando en el borde de la loseta y salgan de esta.
Pensemos, por ejemplo, en un peso muerto con agarre mixto (mano en supinación con mano en pronación). Es común que se produzca una asimetría en la posición de barra y los discos por la propia asimetría del agarre.
Si esto sucede en la fase excéntrica, es probable que uno de los discos impacte en el borde, ruede fuera de la losetas y nos llevemos un buen "toque" en la tibia.
Pensemos también en otros movimientos que nacen desde el suelo, como el remo con barra o el hip trust. Será difícil que la posición de partida y finalización coincidan a la perfección en todas y cada una de las repeticiones.
¿Cuál sería la (posible) virtud? Que te va a obligar a mantener una técnica depurada para que esto no ocurra.
En este sentido, en las instrucciones adjuntas del producto ya se nos recomienda "encarecidamente" no tirar los discos sobre los deadeners, sino hacerlo de una manera controlada.
Desde mi punto de vista, no deja de resultar un tanto contradictorio que compremos una loseta para proteger el suelo y que su principal contra sea precisamente que el peso puede acabar sobre éste.
Pero dependerá de las preferencias de cada uno, vaya.
Reducción de ruido: ¿más que una loseta convencional?
Para valorar la efectividad del producto en este apartado deberíamos diferenciar entre el ruido estructural (vibraciones) y el ruido aéreo (dB), tal y como expliqué al hablar sobre el entrenamiento en bloques de viviendas.
En el ámbito del entrenamiento con peso libre, la reducción de uno suele implicar la reducción del otro, por lo que nos bastará con observar cómo se comporta el segundo.
Para ello, he utilizado una herramienta que todos tenemos al alcance de la mano: una app de medición de ruidos para Android.
Obviamente, no he tomado sus valores como absolutos (dada su baja precisión), sino como relativos, observando las variaciones entre las distintas pruebas.
Veamos qué nos dicen.
Tened presente que el cálculo de los decibelios no es linear, sino logarítmico. Esto significa que variaciones en lo valores aparentemente pequeñas, se perciben por nuestro oído de una manera mucho mayor. Así, una reducción de tan solo 3-4dB puede percibirse como una reducción del sonido de un 50%.
150 kg sobre suelo de cemento (sin deadeners ni losetas)
A modo de "grupo de control", realizo una primera medición con 150 kg distribuidos en barra olímpica y discos bumper con dureza Shore 85 A.
Para ello realizo una fase excéntrica descontrolada, dejando caer el peso sobre el suelo de cemento desnudo una vez realizada la fase concéntrica.
Estos son los valores base obtenidos:
En las dos repeticiones realizadas, la cifra oscila entre entre los 97 y 98 dB, por lo que tomaremos como referencia el valor más alto.
Nota: Tened en cuenta que si utilizáramos discos metal o incluso discos de uretano la cifra sería superior, pues el material no absorbería parte de este impacto como si ocurre con los bumper convencionales (especialmente si son Hi-Temp).
150 kg sobre Deadlift Deadeners 250
Llega la hora de la verdad. Esta vez dejo caer el peso directamente sobre los deadeners.
En ambas repeticiones se refleja un valor de 96 dB, confirmando así una sensación de cierta amortiguación del ruido.
La ironía es que, al realizar la segunda repetición, los discos no aterrizaron bien sobre los deadeners y me llevé un buen golpe en la tibia. De ahí que en el gráfico se visualice un tercer impacto justo después del segundo.
Una vez más, se confirma el problema que apunto más arriba.
150 kg sobre losetas de caucho de 20mm
Repetimos el mismo procedimiento, pero esta vez sobre dos losetas de caucho granulado de 20 mm de grosor. Parece lógico esperar que sean menos eficientes que los deadeners, ¿no?
Para mi sorpresa, los valores resultan ser 1dB inferiores a los propios deadlift deadeners (95dB) en las dos pruebas.
¡Esto sí que no me lo esperaba!
Conclusión: no parecen ser más eficaces que dos losetas convencionales
Dada la baja fiabilidad de mis mediciones, no puedo afirmar taxativamente que los deadeners sean igual o incluso menos eficientes en la reducción de ruido que dos losetas de caucho...pero lo parecen.
Personalmente, dado su menor coste y mayores dimensiones, me quedo con las losetas.
Veredicto final
Un producto robusto, pero con una funcionalidad limitada
Pros
Cons
Conclusión:
Los Deadlift Deadeners 250 son un accesorio subsidiario o, si se quiere, complementario de un correcto pavimento de caucho, pero nunca una alternativa de este último. Sus características lo convierten en una herramienta con una funcionalidad limitada, no logrando proteger plenamente el suelo como lo harían losetas convencionales, ni mejorando la reducción de ruido/vibraciones lograda por éstas últimas. Todo ello sin olvidar su mayor coste. Interesante para el trabajo técnico en atletas avanzados, pero poco práctico para el público general.
Dado que me gusta tu web aquí te dejo un pro tip: la mejor manera que hay de hacer peso muerto sin dañar el sueño es apoyar la barra en algo como esto:
https://www.forceusa.com/products/myracks-safety-slings-attachment
Puedes ajustar la barra de modo que quede a casi ras del suelo, pero sin llegar a tocarlo. Yo lo estoy usando (sin dejar caer el peso de golpe) y apenas si hace el menor ruido.
Buen apunte, Álvaro. Los spotters de tipo straps o slings son posiblemente el sistema más amigable para la barra y, sin embargo, el más difícil de encontrar en el mercado Español. Ojalá marcas nacionales tomen nota.